22 Calaveritas Literarias de 4 Estrofas
Las calaveritas literarias son una tradición popular en la celebración del Día de Muertos en México. Estas composiciones divertidas y a menudo irónicas tienen como objetivo recordar a los muertos de una manera festiva y humorística. En este artículo, te presentamos 22 calaveritas literarias, cada una de 4 estrofas, que celebran la vida y la muerte con ingenio y creatividad.
Calaveras Literarias de 4 Estrofas
1. La Fiesta Inolvidable
La Muerte llegó a la fiesta,
con un sombrero brillante,
bailó con todos los muertos,
y la vida fue un instante.
El DJ en la tumba sonaba,
la pista de baile estaba llena,
los muertos bailaban contentos,
y la vida se fue sin pena.
En las tumbas el ritmo era,
de cumbia y de reggaetón,
los vivos miraban asombrados,
sin poder entender la canción.
Los fantasmas en las esquinas,
hacían palmas con fervor,
y la Muerte reía alegre,
en su gran festival de humor.
2. La Calle Desierta
En la calle no había gente,
solo calaveras danzantes,
la Muerte paseaba risueña,
entre fantasmas errantes.
Una fiesta sin comparación,
en la noche oscura y fría,
donde la vida no tiene lugar,
solo risas y melodías.
Las luces eran de luna,
y el suelo estaba adornado,
los muertos se movían en pasos,
en un baile encantado.
Mientras la vida se escondía,
la Muerte disfrutaba al máximo,
y en la calle desierta,
el ambiente era mágico.
3. La Cena Final
Un banquete de lujo servían,
en la casa de la Muerte,
los platos eran de huesos,
y el postre, un buen concierto.
Los vivos no fueron invitados,
solo calaveras en festín,
y la Muerte con su risa,
les decía, “¡Hoy cenan sin fin!”
El banquete estaba listo,
con platos de gran esplendor,
y en cada mesa se encontraba,
un festín de gran sabor.
La Muerte brindó con todos,
y en la noche eterna y clara,
los muertos se deleitaron,
en una fiesta muy cara.
4. La Catrina Elegante
La Catrina llegó al evento,
con su vestido encantador,
los muertos la miraban,
con mucho asombro y fervor.
En su mano un abanico,
y un sombrero muy formal,
los vivos la envidiaban,
pues era un espectáculo sin igual.
Su andar era tan elegante,
y su risa tan contagiosa,
que en el panteón la noche,
se volvió muy armoniosa.
Los vivos no podían creer,
lo que en la fiesta ocurría,
pues la Catrina era la estrella,
y la Muerte la anfitriona del día.
5. El Despertar del Muerto
Un muerto se despertó,
y en su tumba salió a pasear,
la Muerte lo vio y rió,
“¡Otra vez has venido a bailar!”
Los vivos lo miraban asustados,
pero él solo quería celebrar,
en la fiesta de los muertos,
donde todo es para gozar.
Los fantasmas le dieron la bienvenida,
y el ritmo comenzó a sonar,
con una banda de calaveras,
que no dejaba de cantar.
La noche se llenó de risas,
y la Muerte también bailó,
en una celebración eterna,
donde todo se olvidó.
6. La Muerte Deportista
La Muerte en la cancha jugaba,
un partido de futbol,
los muertos eran su equipo,
y ganaron sin ningún gol.
Los vivos no entendían,
cómo la Muerte era tan veloz,
pero en el reino de los muertos,
la diversión es sin comparación.
Las calaveras estaban animadas,
y la Muerte era el entrenador,
en el partido de la eternidad,
donde nadie era perdedor.
Los fantasmas celebraron,
y la pista se llenó de gloria,
en una carrera inolvidable,
que pasará a la historia.
7. La Boda del Más Allá
En el cementerio hubo boda,
con calaveras y alegría,
la Muerte ofició el evento,
y la felicidad no tenía medida.
Los novios bailaban felices,
bajo una luna brillante,
en un festín de huesos y risas,
la boda fue todo un acontecimiento.
Los muertos celebraron en grande,
y la Muerte les brindó su amor,
en una fiesta que jamás,
será olvidada por su esplendor.
Con risas y música eterna,
la boda en el más allá,
quedará en la memoria,
como una fiesta sin par.
8. La Catrina en la Plaza
La Catrina caminaba,
por la plaza del panteón,
los vivos la miraban,
sin entender la ocasión.
En su andar elegante,
y su sonrisa brillante,
la Muerte les mostró,
cómo se festeja en el instante.
La plaza se llenó de vida,
y los muertos la acompañaron,
en una celebración vibrante,
donde todos se divirtieron.
La Catrina con su gracia,
conquistó el lugar sin igual,
y la Muerte con su risa,
hizo la noche fenomenal.
9. El Concierto de los Muertos
Los muertos formaron una banda,
y en el panteón se escuchó,
la Muerte tocaba la guitarra,
y la luna los acompañó.
Los vivos se asombraban,
de la música tan especial,
pero en el reino de los muertos,
la fiesta es celestial.
Con cada acorde y melodía,
los fantasmas se movían,
y la Muerte se convirtió,
en la estrella que brillaba y sonreía.
La noche estaba llena de ritmo,
y los muertos disfrutaron sin fin,
en un concierto inolvidable,
donde la música no tuvo fin.
10. La Muerte y el Chocolate
La Muerte llegó con dulces,
en su canasta de huesos,
los vivos no lo creían,
pero eran chocolates bien sabrosos.
Las calaveras disfrutaban,
cada bocado con fervor,
y la Muerte se reía,
viendo el festín con amor.
Los vivos recibieron golosinas,
con una sonrisa en el rostro,
y en la fiesta de los muertos,
el chocolate era el mayor gozo.
Con risas y dulces sabores,
la Muerte hizo del banquete,
una celebración alegre,
donde el chocolate fue el deleite.
11. La Lección de Baile
La Muerte enseñó a bailar,
a los muertos con pasión,
en el panteón se formó,
una gran clase de samba y canción.
Los vivos miraban alucinados,
sin saber cómo reaccionar,
pues la fiesta de los muertos,
no se puede comparar.
Con pasos de salsa y merengue,
la Muerte mostró su talento,
y los muertos bailaban felices,
en un ritmo sin lamento.
La lección fue todo un éxito,
y el panteón se llenó de alegría,
en una noche de baile eterno,
que nunca se olvidaría.
12. La Murciégala Encantada
Una murciégala encantada,
en el panteón apareció,
los muertos la aplaudieron,
y la Muerte la presentó.
Sus alas brillaban en la noche,
y sus ojos eran de luz,
en la fiesta de los muertos,
la magia nunca tiene cruz.
La murciégala danzaba alegre,
entre calaveras y fantasmas,
y la Muerte con una sonrisa,
disfrutaba de las llamas.
La noche se llenó de encanto,
y la magia se hizo realidad,
en la celebración de los muertos,
donde la murciégala hizo su especialidad.
13. La Carrera de Calaveras
Una carrera se organizó,
entre las tumbas del lugar,
las calaveras corrieron rápido,
y la Muerte fue a animar.
Los vivos se quedaron boquiabiertos,
al ver la velocidad sin fin,
y las calaveras en la pista,
daban todo su esplendor y su zen.
La Muerte con gran entusiasmo,
animaba a cada corredor,
y en la carrera de los muertos,
el espíritu de competencia fue el mejor.
Los fantasmas celebraron,
y la pista se llenó de gloria,
en una carrera inolvidable,
que pasará a la historia.
14. La Fiesta del Cementerio
En el cementerio se armó,
una fiesta sin igual,
los muertos estaban alegres,
y la Muerte fue la anfitriona ideal.
Las tumbas estaban decoradas,
con flores y luces brillantes,
y los muertos bailaban felices,
en un ambiente vibrante.
La Muerte reía y disfrutaba,
con una copa en la mano,
y los vivos no podían creer,
lo que estaba pasando.
En la fiesta del cementerio,
el tiempo parecía volar,
y la celebración eterna,
era la más especial de todas.
15. La Comida Fantasmal
Los fantasmas prepararon,
un banquete sin igual,
con platos de comida etérea,
y una mesa celestial.
La Muerte probó cada plato,
y aprobó el festín sin dudar,
los vivos miraban asombrados,
al ver la comida del más allá.
Los fantasmas servían con gusto,
y la noche se llenó de sabor,
en una cena fantasmal,
donde todos comieron con fervor.
La Muerte brindó por la comida,
y los muertos disfrutaron sin fin,
en una fiesta de sabores,
que jamás se podrá repetir.
16. La Noche de las Calaveras
La noche de las calaveras,
se llenó de luz y alegría,
las tumbas se adornaron,
con velas y flores en compañía.
La Muerte bailó con todos,
y la fiesta comenzó a brillar,
en la noche de los muertos,
donde la vida no podía faltar.
Las calaveras se movían,
con ritmos de música y danza,
y los vivos admiraban,
la magia y la esperanza.
La noche de las calaveras,
fue una celebración sin igual,
y la Muerte con su encanto,
hizo de la noche un festival.
17. La Música Eterna
En el panteón se escuchaba,
una música sin fin,
las calaveras y los fantasmas,
bailaban sin dejar de reír.
La Muerte era la directora,
de una orquesta celestial,
y los muertos disfrutaban,
de una sinfonía inmortal.
Los vivos miraban asombrados,
ante la fiesta tan especial,
y en la música eterna,
encontraron el ritmo ideal.
La noche se llenó de melodías,
y el panteón vibraba de emoción,
en una celebración eterna,
donde la música fue la razón.
18. La Despedida Alegre
La Muerte ofreció una fiesta,
como despedida final,
los muertos se reunieron,
en un banquete especial.
La alegría era contagiosa,
y los vivos se sorprendieron,
al ver a los muertos celebrando,
como si nada hubiera pasado.
La Muerte brindó por todos,
y la fiesta duró sin fin,
en una despedida alegre,
donde el amor siempre está al confín.
La noche se llenó de risas,
y el panteón se iluminó,
con una despedida festiva,
donde la vida se celebró.
19. La Búsqueda del Tesoro
La Muerte escondió un tesoro,
en el cementerio aquel,
y los muertos comenzaron,
una búsqueda sin laurel.
Las calaveras buscaban con ansia,
entre tumbas y cruces viejas,
y la Muerte reía feliz,
viendo el alboroto que se arremetía.
Los vivos también se unieron,
a la búsqueda de gran emoción,
y en el tesoro de los muertos,
encontraron la diversión.
La noche terminó con risas,
y la búsqueda fue un éxito,
en una celebración vibrante,
donde el tesoro fue el gran mítico.
20. La Carrera de Fantasmas
Una carrera de fantasmas,
se realizó en el panteón,
los muertos eran los corredores,
y la Muerte daba el son.
Las calaveras volaban rápido,
en un desfile sin igual,
y los vivos miraban asombrados,
el desfile tan especial.
La Muerte animaba a todos,
con una sonrisa radiante,
y la carrera de fantasmas,
fue la fiesta más elegante.
Al final de la competencia,
los fantasmas celebraron sin fin,
y la Muerte con su alegría,
hizo de la noche un festín.
21. La Fiesta en el Inframundo
En el inframundo hubo fiesta,
con luces y música sin fin,
los muertos celebraron alegres,
bajo un cielo estrellado y sutil.
La Muerte fue la anfitriona,
y los fantasmas se unieron al son,
en una celebración sin igual,
donde el ritmo fue la razón.
Los vivos no podían creer,
lo que en el inframundo pasaba,
pues la fiesta era tan vibrante,
que la noche se iluminaba.
Con música y baile eterno,
el inframundo se llenó de alegría,
y la Muerte con su encanto,
hizo de la noche una melodía.
22. La Hora del Té
En el panteón se sirvió té,
con calaveras como invitados,
la Muerte preparó la mesa,
con dulces y bocados encantados.
Las calaveras charlaban felices,
y la Muerte servía con esmero,
en una fiesta de té etéreo,
donde el ambiente era sincero.
Los vivos miraban curiosos,
y la fiesta era un misterio,
pues el té en el panteón,
se convirtió en algo extraordinario.
La hora del té fue un éxito,
y la Muerte brindó por la ocasión,
en una celebración de sabor,
donde la vida y la muerte hallaron conexión.
Conclusión
Las calaveritas literarias ofrecen una mirada humorística y festiva sobre la muerte y el más allá, reflejando una tradición rica en simbolismo y celebración. Cada calaverita presenta una visión única de cómo los muertos y la Muerte misma pueden participar en eventos alegres y extraordinarios. A través de estos poemas, podemos ver cómo la cultura mexicana celebra la vida y la muerte de una manera que transforma el duelo en una fiesta llena de color, música y risas. Al disfrutar de estas calaveritas, se mantiene viva una tradición que honra a los que han partido, al mismo tiempo que nos recuerda la importancia de celebrar la vida en toda su plenitud, incluso en el más allá.
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