25 Calaveritas Literarias Chistosas para Morirse de Risa

Las calaveritas literarias son parte esencial de la tradición mexicana del Día de Muertos. Estas composiciones humorísticas y rítmicas, dedicadas a personas o situaciones, permiten reírse de la muerte y ver la vida desde una perspectiva divertida. Aquí te presento 25 calaveritas chistosas para que las disfrutes en grande.


Índice
  1. 1. La Muerte y el Tortillero
  2. 2. La Muerte en la Escuela
  3. 3. El Albañil y la Huesuda
  4. 4. La Muerte en el Cine
  5. 5. La Calaca en la Oficina
  6. 6. El Chef y la Muerte
  7. 7. El Médico y la Muerte
  8. 8. El Político y la Calaca
  9. 9. El Mecánico y la Muerte
  10. 10. La Muerte en la Tienda
  11. 11. El Barbero y la Calaca
  12. 12. La Muerte y el Panadero
  13. 13. La Huesuda y el Jardinero
  14. 14. La Muerte en el Banco
  15. 15. La Muerte y el Pescador
  16. 16. La Muerte en el Restaurante
  17. 17. La Muerte y el Taxista
  18. 18. El Barista y la Huesuda
  19. 19. La Muerte y el Deportista
  20. 20. El Carpintero y la Muerte
  21. 21. La Muerte y el Maestro
  22. 22. El Carnicero y la Muerte
  23. 23. La Muerte y el Bibliotecario
  24. 24. El Panadero y la Muerte (Parte 2)
  25. 25. El Músico y la Calaca
  26. Conclusión

1. La Muerte y el Tortillero

En la esquina el tortillero,
trabajaba con esmero,
haciendo tortillas a montón,
pero llegó la huesuda en un camión.

"Deja ya el maíz, buen amigo,
que al panteón te llevo conmigo."
El tortillero la quiso engañar,
"toma unas tortillas y déjame en paz."

Pero la Muerte no se dejó sobornar,
y al pobre tortillero se lo fue a llevar.


2. La Muerte en la Escuela

En la escuela la Muerte entró,
y a todos los alumnos espantó.
"Dejen los libros ya de una vez,
que al panteón vienen después del tres."

Los alumnos no hicieron caso,
pensaron que era solo un fracaso,
pero la Muerte se los llevó,
sin importarle que la campana sonó.


3. El Albañil y la Huesuda

El albañil sus ladrillos apilaba,
cuando la Muerte lo observaba.
"Vente ya, buen constructor,
que tu obra en el panteón será de valor."

El albañil le dijo con humor,
"Déjame terminar este último balcón."
Pero la Muerte no quiso esperar,
y con su guadaña lo hizo volar.


4. La Muerte en el Cine

En el cine la huesuda entró,
con su boleto y refresco llegó.
"¿Qué película van a pasar?",
preguntó con ganas de asustar.

El público empezó a gritar,
al ver a la flaca empezar a bailar.
“Vámonos todos al panteón,
que allá proyectan en otra dimensión.”


5. La Calaca en la Oficina

La Muerte en la oficina llegó,
con cara seria a todos miró.
"Dejen los correos y la redacción,
que hoy en el panteón es su reunión."

Los oficinistas quisieron escapar,
pero la Muerte los hizo firmar.
"El contrato está hecho, ya no hay vuelta atrás,
vámonos todos al inframundo en paz."


6. El Chef y la Muerte

El chef en la cocina andaba,
cuando la Muerte lo acechaba.
“Vente ya conmigo, cocinero,
que en el panteón te haré mi compañero."

El chef rápido un pastel preparó,
pensando que con eso la huesuda escapó.
Pero la Muerte no come postres dulzones,
y se lo llevó directo a los panteones.


7. El Médico y la Muerte

El doctor en su consulta estaba,
cuando la Muerte le sonreía de pasada.
"Vente ya, doctor querido,
que en el panteón te espera un buen amigo."

El médico quiso recetar,
pero la Muerte no se dejó medicar.
"Hoy no hay cura, ni medicina,
al panteón te llevo con disciplina."


8. El Político y la Calaca

El político discursos lanzaba,
cuando la huesuda lo observaba.
"Vente ya, que aquí no se vota más,
al panteón te llevaré en un compás."

El político quiso negociar,
pero la Muerte no lo dejó hablar.
“Tu campaña ya terminó,
al panteón tu destino llegó.”


9. El Mecánico y la Muerte

El mecánico su motor arreglaba,
cuando la Muerte lo observaba.
"Vente conmigo, buen amigo,
que en el panteón también hay ruido."

El mecánico quiso acelerar,
pero la Muerte lo fue a alcanzar.
"De nada sirve tu destreza,
que hoy te llevo con destreza."


10. La Muerte en la Tienda

En la tienda la Muerte llegó,
con una bolsa grande la vio.
"Vente cajero, déjalo ya,
que al panteón te vas sin más."

El cajero quiso cobrar,
pero la huesuda no lo dejó avanzar.
"En mi reino no hay tarjetas ni efectivo,
vámonos ya, que te llevo conmigo."


11. El Barbero y la Calaca

El barbero tijeras en mano tenía,
cuando la Muerte lo veía.
“Vente ya, buen estilista,
que en el panteón serás mi artista.”

El barbero se puso a cortar,
pensando que la Muerte se iba a relajar.
Pero la huesuda lo peló,
y al panteón se lo llevó.


12. La Muerte y el Panadero

El panadero masas amasaba,
cuando la calaca lo observaba.
"Vente ya, buen panadero,
que en el panteón no hay dinero."

El panadero quiso hornear,
pero la Muerte no lo dejó escapar.
"Al panteón te llevo a descansar,
tus panes ya no podrás amasar."

13. La Huesuda y el Jardinero

El jardinero flores plantaba,
cuando la Muerte lo observaba.
"Vente conmigo, jardinero fiel,
que en el panteón hay flores también."

El jardinero le quiso decir,
“Déjame terminar de regar el jazmín.”
Pero la Muerte no quiso esperar,
y al panteón lo fue a llevar.


14. La Muerte en el Banco

En el banco la Muerte se apareció,
y a los cajeros los sorprendió.
"Dejen ya las transacciones,
que en el panteón no hay devoluciones."

Los cajeros quisieron correr,
pero la huesuda los hizo volver.
"Hoy no hay dinero que valga,
vámonos al panteón sin más carga."


15. La Muerte y el Pescador

El pescador lanzaba su red,
cuando la Muerte le dijo: “Ven”.
"Vente ya, buen marinero,
que en el panteón serás barquero."

El pescador trató de escapar,
pero la Muerte lo fue a pescar.
"Al panteón directo vas a remar,
que hoy no te puedes salvar."


16. La Muerte en el Restaurante

En el restaurante la huesuda entró,
y a los meseros en fila vio.
"Vente conmigo, buen camarero,
que en el panteón no hay comensales nuevos."

El mesero le ofreció un menú,
pero la Muerte dijo: "Deja la virtud,
que mi comida no es terrenal,
y al panteón te vas sin más señal."


17. La Muerte y el Taxista

El taxista manejaba veloz,
cuando la Muerte le dijo: “Adiós”.
"Vente conmigo, buen conductor,
que al panteón te llevaré sin error."

El taxista aceleró sin dudar,
pero la Muerte lo fue a alcanzar.
"Tu destino ya está marcado,
vámonos juntos a tu último lado."


18. El Barista y la Huesuda

El barista café preparaba,
cuando la calaca lo miraba.
“Vente ya, buen cafetero,
que en el panteón no hay esmero.”

El barista rápido sirvió,
pensando que la Muerte se despidió.
Pero la huesuda su taza dejó,
y al panteón lo acompañó.


19. La Muerte y el Deportista

El atleta corría en la pista,
cuando la Muerte lo vio a la vista.
"Vente ya, buen corredor,
que en el panteón no hay ganador."

El deportista intentó escapar,
pero la Muerte lo fue a alcanzar.
"Al panteón te llevo de una vez,
que no hay trofeo ni medalla, ¿ves?"


20. El Carpintero y la Muerte

El carpintero su martillo usaba,
cuando la huesuda lo espiaba.
“Vente ya, buen constructor,
que en el panteón hay mucho honor.”

El carpintero intentó argumentar,
“Déjame acabar este mueble sin par.”
Pero la Muerte no quiso esperar,
y al panteón lo fue a trasladar.


21. La Muerte y el Maestro

El maestro la lección daba,
cuando la Muerte ya lo esperaba.
"Vente ya, buen profesor,
que en el panteón serás orador."

El maestro intentó razonar,
“Déjame acabar esta clase, nada más”.
Pero la Muerte no quiso escuchar,
y al panteón lo fue a llevar.


22. El Carnicero y la Muerte

El carnicero su cuchillo afilaba,
cuando la Muerte ya lo acechaba.
“Vente ya, buen carnicero,
que en el panteón no hay otro sendero.”

El carnicero intentó cortar,
pensando que la huesuda iba a descansar.
Pero la Muerte lo fue a jalar,
y al panteón lo fue a arrastrar.


23. La Muerte y el Bibliotecario

El bibliotecario en silencio ordenaba,
cuando la Muerte lo observaba.
"Vente conmigo, buen lector,
que en el panteón hay mucho humor."

El bibliotecario intentó pedir calma,
pero la Muerte no tenía alma.
“Al panteón te llevo a descansar,
que allá no tienes que organizar."


24. El Panadero y la Muerte (Parte 2)

El panadero masas amasaba,
y la Muerte de nuevo lo observaba.
“Te fuiste rápido la vez pasada,
pero al panteón me llevas una empanada.”

El panadero intentó hornear,
pero esta vez no pudo escapar.
La calaca lo llevó de nuevo,
sin pan ni consuelo.


25. El Músico y la Calaca

El músico su guitarra tocaba,
cuando la calaca lo acechaba.
"Vente conmigo, buen trovador,
que en el panteón serás mejor."

El músico intentó cantar,
pero la Muerte lo fue a callar.
"En el panteón te llevas tu arte,
que allá todos tocan de parte en parte."

Conclusión

Las calaveritas literarias no solo son una forma de mantener viva la tradición del Día de Muertos, sino también una manera divertida de lidiar con la muerte desde un enfoque humorístico. Estas pequeñas composiciones, que mezclan ironía y picardía, nos recuerdan que la vida y la muerte pueden ser vistas desde un punto de vista alegre y sin tanto miedo. Al final del día, la muerte es una parte natural de la vida, y reírnos de ella nos ayuda a aceptarla con mejor humor. Así que, si quieres pasar un buen rato, no dudes en crear tus propias calaveritas o compartir estas con tus amigos y seres queridos.

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